Suspire, ya había repasado mi discurso una gran cantidad de veces.
"señor, no hay nada que me honre mas que el haber servido a mi nación, pero ahora siento que mi futuro esta en otra parte... y bajo su permiso quisiera ir a ese lugar"
Si, sin duda eso funcionaría. No quería dar demasiada información pero no sabía comportarme de una manera rebelade ante su majestad y mas porque yo mismo le respetaba y había trabajado para el desde que habia sido un chico.
Me sente en la silla esperando a que el se apareciera, le había mandado una nocion para vernos y hablar desde antes pero por distintas cosas de tratados se me había hecho demasiado difícil además que no quería dejar mi puesto con muchos problemas para que no se hablara mal de mi antesy se dijera que la razon por la que queria habandonar mi pueblo natal no era amor, sino el salir huyendo de donde me encontraba ahora.
Un suave suspiro salio de mis labios y me puse de pie asomandome por la ventana que dejaba a la vista todo el hermoso pueblo que me había acojido durante todos estos años, en cada lugar tenía un recuerdo y una manera de sentirme feliz de haber crecido en un lugar tan bueno lleno de gente noble y trabajadora que se gana la vida solo por sus propios esferzos.
Pero ahora, el amor había vencido todos mis principios y lo que mas deseaba era estar a el lado de mi pequeño.
Un toque el la puerta me dio a indicar que su alteza su presentaria en ese momento, al verlo entrar me incline rapidamente- buenas tardes su excelencia, se preguntara que hago aqui... pero hay algo que quisiese pedirle-