Llegue a nuestra habitación y entre sigilosamente, cerrando la puerta con mis poderes para que nadie pudiese abrir, bueno solo si yo quería que entrara.
Y lo primordial asegurarme de no hablar porque al mínimo susurro el sabría lo que estaba asiendo. Y como hasta ahora quería llevar las cosas en secreto y sorprender a mi amor por completo tenía que seguir mi modo cuidadoso de ser.
La decoración estaba a punto de empezar, saque las cosas que había conseguido en los distintos reinos y las puse sobre el suelo, poco a poco todo tomaría forma y con ayuda de mis poderes conseguiría lo que tenía en mente para la noche especial con mi amor.
Encendí una gran cantidad de velas colocándolas en lugares estratégicos e hice círculos de cristal a su alrededor, para que le luz de las velas se reflejara por esto y diera una imagen demasiado romántica.
Al hacer tales cosas una sonrisa boba no se apartaba de mis labios, no me imaginaba lo que diría mi Riuki al verlo. Al verme en el espejo no pude evitar sonrojarme sintiéndome algo bobo por todo esto, pero sinceramente pensaba que era lo mejor, demostrarle a la persona que amas con este tipo de cosas tus sentimientos no es malo, aunque sea demasiado vergonzoso.
Abrí las ventanas esperando a que la luz de la luna estuviera en la habitación y alumbrara un sillón que sería en el lugar en que me sentaría cuando me cambiara.
Saque un traje que había mandado a diseñar para mi, solo una de las damas de costura en el reino me había ayudado a confeccionarlo, bueno ella lo había hecho pero baje mis exigencias que nadie supiera de este, y mas aparte de ser un secreto era un traje demasiado vistoso que solo deseaba que Riuki me viera usándolo.
Lo extendí en la cama viéndolo de nuevo y comenzando a cambiarme.